Bitcoin Dominicana impulsa una economía circular basada en BTC desde el corazón del Caribe

Desde Santo Domingo, la organización Bitcoin Dominicana está sentando las bases de una economía circular fundamentada en el uso de bitcoin (BTC), con un enfoque educativo, turístico y de desarrollo comunitario. El proyecto, nacido en el Distrito Nacional, busca consolidarse como un referente caribeño en adopción real y cotidiana de la criptomoneda madre, y ya se encuentra activo en múltiples regiones del país.

El crecimiento de Bitcoin Dominicana ha sido orgánico y estratégico. Inició con la siembra de conocimientos en comunidades urbanas y rurales, acompañado de esfuerzos de integración tecnológica en comercios locales. Actualmente, el proyecto tiene presencia activa en ocho zonas clave: Santiago, La Romana, Samaná, Puerto Plata, Bávaro – Punta Cana, Constanza, La Vega y Boca Chica.

En cada una, se promueve el uso de bitcoin como medio de pago, impulsando a su vez el turismo y la autosuficiencia financiera local.

Uno de los hitos más significativos del proyecto ha sido la creación del Bitcoin Plaza en Samaná. Concebido como un espacio abierto a la educación, el turismo y la innovación, este centro se ha convertido en punto de encuentro para la comunidad local y visitantes interesados en entender el funcionamiento y el potencial de Bitcoin. La visión es que este tipo de espacios sirvan como catalizadores para una nueva forma de economía basada en la tecnología descentralizada.

La estrategia de expansión de Bitcoin Dominicana no se limita a la incorporación de comercios que acepten BTC como forma de pago. También contempla una red de apoyo constante a estos establecimientos. Esto incluye desde herramientas de seguimiento, capacitación continua y señalización física con códigos QR, hasta asistencia técnica para resolver dudas y mejorar la experiencia tanto de comerciantes como de usuarios.

Además de lo técnico, el enfoque formativo es fundamental. Se realizan talleres comunitarios donde se capacita a jóvenes, comerciantes y actores del sector turístico. El objetivo es que cualquier persona —local o turista— pueda utilizar BTC de manera segura, sencilla y frecuente. Este acompañamiento garantiza que la adopción sea más que simbólica: debe ser práctica, funcional y sostenible en el tiempo.

¿Qué se viene?

En un horizonte de 12 a 24 meses, el plan contempla consolidar las localidades actuales como zonas piloto de economía circular. Para lograrlo, se proyecta la expansión del número de negocios en plataformas como BTC Map (que ya supera los 100), la mejora de la infraestructura educativa en terreno, y la creación de experiencias específicamente diseñadas para bitcoiners que visitan la isla.

El proyecto también busca demostrar que es posible construir un sistema económico sin depender de bancos o marcos regulatorios tradicionales. La clave está en el compromiso de las comunidades, en la educación continua y en una visión descentralizada que empodere a los ciudadanos.

Bitcoin Dominicana plantea así una alternativa real y funcional que responde a las necesidades del presente con la mirada puesta en el futuro.

Inspirados en modelos como el de El Zonte en El Salvador, pero con una identidad propia, sus impulsores han optado por no replicar fórmulas, sino adaptarlas al contexto caribeño.

Bitcoin Dominicana representa una nueva forma de pensar y hacer economía desde lo local, con tecnología global. La meta es clara: construir una economía circular viva, independiente, inclusiva y preparada para afrontar los desafíos de un mundo en constante transformación.

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