Bitcoin es el motor de la transformación turística de la Zona Colonial de Santo Domingo

La Zona Colonial de Santo Domingo, joya patrimonial de la humanidad declarada por la UNESCO en 1990, vive un renacer sin precedentes. Bajo un ambicioso programa de remodelación financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), este enclave histórico se posiciona como un destino premium mundial, fusionando su legado colonial con innovaciones modernas. 

En el centro de esta revitalización, Bitcoin (BTC) emerge como un catalizador económico y turístico, impulsado por Bitcoin Dominicana, la principal voz de la comunidad bitcoiner del país. Con decenas de comercios ya aceptando la criptomoneda prócer, la zona se convierte en un hub de adopción digital que atrae a viajeros globales ávidos de experiencias innovadoras.

Cada año, el muelle de Santo Domingo recibe miles de cruceros con turistas ansiosos por explorar las empedradas calles de la Zona Colonial. Desde el imponente Alcázar de Colón hasta la vibrante Plaza España, los visitantes se sumergen en un tapiz de historia del siglo XVI, donde las catedrales góticas y fortalezas conviven con galerías de arte y cafés bohemios. 

Pero el verdadero pulso de esta zona late en sus tiendas artesanales y el icónico Mercado Modelo, una reliquia construida en 1941 bajo el diseño del arquitecto Henry Gazon Bona. Este mercado, ubicado en la Avenida Mella, ha sido un imán para souvenirs y productos locales, desde joyería en ámbar hasta ron premium y pinturas taínas.

La joyería se paga con bitcoin en República Dominicana.

La remodelación integral, parte del Programa Integral de Desarrollo Turístico y Urbano de la Ciudad Colonial (PIDUTCC), inyecta $90 millones para restaurar espacios públicos y monumentos. A inicios de 2025, ya se han rehabilitado 2,400 metros de calles como Las Damas, Salomé Ureña y Arzobispo Nouel, mientras que el Mercado Modelo avanza en su renovación estructural: se corrigen filtraciones, se moderniza la fachada y se amplía el segundo piso para acoger más vendedores. 

«Este proyecto no solo preserva nuestra herencia, sino que la eleva a estándares globales, mejorando la habitabilidad y atrayendo inversión», afirma el Ministerio de Turismo en su informe anual. Para finales de 2025, se prevé intervenir al menos 70 viviendas en barrios como San Antón y Santa Bárbara, integrando electromovilidad y capacitación para 120 microempresas locales.

En este contexto de renovación, Bitcoin Dominicana irrumpe como el motor que acelera la transformación económica. Fundada por Pedro Vital, esta asociación sin fines de lucro se ha consolidado como la principal voz de la comunidad bitcoiner dominicana, con más de 9,000 seguidores en plataformas digitales y eventos mensuales que reúnen a emprendedores, artistas y turistas. 

«Bitcoin no es solo una moneda; es una herramienta para empoderar a nuestra economía circular, empezando por la Zona Colonial», declara Vital. Desde 2023, la organización ha liderado campañas que han elevado el número de comercios aceptando BTC, según datos de BTC Maps. Santo Domingo concentra el 40% de estos locales, superando a rivales caribeños como Cuba (33) y Puerto Rico (7).

Pedro Vital, director de Bitcoin Dominicana.

Adopción orgánica y estratégica

La adopción de Bitcoin en la Zona Colonial es orgánica y estratégica. Barberías en Calle El Conde, galerías en Hostos y hoteles boutique en Billini ahora procesan pagos en satoshis, atrayendo a nómadas digitales y bitcoiners de todo el mundo. 

El impacto turístico es palpable. Inspirados en el boom de El Salvador –donde la adopción de BTC impulsó un 30% de crecimiento en visitantes en 2024, según Banco Santander–, República Dominicana ve en Bitcoin una vía para dinamizar remesas y atraer inversión. La organización propone leyes similares a la Ley de Cine, que incentiven industrias innovadoras. 

«Nuestra meta es un ecosistema donde Bitcoin fluya desde el muelle hasta las montañas de Constanza, donde ya se construye el primer hotel bitcoiner», añade Vital. 

Bitcoin Dominicana no solo educa y aborda; une comunidades, empoderando mujeres en barrios periféricos. Su estrategia de base –de la burla inicial a la referencia caribeña– ha posicionado al país en el top 10 global de adopción, con la Zona Colonial como epicentro. 

Vital enseñando a un dominicano a usar bitcoin.

«Este renacer es colectivo: historia, turismo y Bitcoin tejiendo un futuro soberano», concluye Vital.

Bitcoin Dominicana es la principal organización sin fines de lucro dedicada a fomentar la economía circular de Bitcoin en República Dominicana. Liderada por Pedro Vital, promueve educación, adopción en comercios y marcos regulatorios para una industria sólida. Con eventos, campañas y alianzas, impulsa el bienestar nacional a través de la innovación financiera.

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