¿Por qué algunos países adoptan Bitcoin y otros no?

En 2021, El Salvador sorprendió al mundo al convertirse en el primer país en declarar a bitcoin (BTC) como moneda de curso legal. La medida fue celebrada por entusiastas de las criptomonedas y criticada por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional.

Más allá de los titulares, la decisión abrió un debate central: ¿por qué algunos países ven en bitcoin una solución urgente, mientras que otros lo consideran innecesario o incluso peligroso?

La comparación entre economías en vías de desarrollo y naciones industrializadas resultó clave. En países como Estados Unidos, Alemania o Japón, la infraestructura bancaria está consolidada y la mayoría de la población cuenta con cuentas bancarias, tarjetas de crédito y servicios digitales eficientes.

En cambio, en territorios como El Salvador, Honduras o la República Dominicana, amplios sectores de la ciudadanía siguen excluidos del sistema financiero tradicional. Allí, bitcoin no aparece como una moda ni como un simple activo de inversión, sino como una alternativa real frente a limitaciones históricas.

El salario mínimo ayuda a entender esta diferencia. En países desarrollados, los ingresos promedio permiten que la mayoría tenga acceso a servicios bancarios formales.

No se trata únicamente de mayor riqueza, sino también de estabilidad: los bancos confían en clientes con ingresos altos y constantes, y los ciudadanos confían en instituciones financieras que rara vez enfrentan crisis profundas. En este contexto, bitcoin funciona más como un instrumento especulativo que como una herramienta de uso diario.

Millones de personas usan bitcoin. Fuente: BtBo.

República Dominicana, un caso de estudio

La realidad es distinta en países con salarios bajos. Tomemos el caso de República Dominicana. Aunque su economía es una de las más dinámicas del Caribe, los salarios mínimos en muchos sectores apenas superan los 250 dólares mensuales.

Esta cifra revela por qué millones de trabajadores encuentran enormes obstáculos para acceder a cuentas bancarias, tarjetas de crédito o préstamos.

Los requisitos habituales, comprobantes de ingresos, historial crediticio, garantías, terminan convirtiéndose en barreras insuperables para quienes viven al día.

Ante ese escenario, iniciativas como Bitcoin Dominicana han surgido como alternativas prácticas. Este movimiento ha impulsado talleres, encuentros comunitarios y espacios de formación en los que se enseña a utilizar billeteras digitales y a recibir pagos en bitcoin sin necesidad de intermediarios bancarios.

Para un trabajador informal, un pequeño comerciante o un migrante que envía dinero a su familia, la posibilidad de recibir fondos directamente en un teléfono móvil sin trámites engorrosos puede representar una mejora sustancial en su vida diaria.

¿Por qué bitcoin crece en República Dominicana?

Existen factores específicos que explican por qué países como República Dominicana muestran un interés creciente en el uso de Bitcoin. Uno de ellos es la inclusión financiera.

Según datos del Banco Central, más del 40% de la población adulta no tiene cuenta bancaria. Para este sector, bitcoin puede convertirse en la primera puerta de acceso a un sistema financiero digital. No se necesita más que un teléfono con conexión a internet para comenzar a operar, lo que elimina la dependencia de un banco que actúe como filtro.

Otro elemento importante es la inflación. Aunque República Dominicana no vive una crisis de precios extremos como Venezuela o Argentina, el costo de los productos básicos ha aumentado de forma sostenida, afectando sobre todo a quienes perciben el salario mínimo. En ese contexto,  bitcoin se percibe como una reserva de valor alternativa, aun con su marcada volatilidad, pues al menos se encuentra desvinculado de las fluctuaciones locales.

Asimismo, las remesas. República Dominicana recibe más de 10,000 millones de dólares anuales en transferencias, principalmente desde Estados Unidos y Europa. Los sistemas tradicionales implican costos elevados, con comisiones que pueden ir del cinco al diez por ciento y tiempos de espera de varios días.

República Dominicana es el país del Caribe con mayor cantidad de negocios que aceptan bitcoin. Fuente: BTCMap.

Frente a ello, bitcoin y otras criptomonedas ofrecen transacciones casi instantáneas con costos mucho menores. Proyectos como Bitcoin Dominicana han sabido aprovechar esta circunstancia, mostrando a familias enteras que dependen de las remesas cómo recibir dinero de manera directa en sus billeteras digitales, sin intermediarios costosos.

Es evidente que no todos los países necesitan adoptar bitcoin con la misma urgencia. En naciones con economías sólidas y sistemas bancarios accesibles, BTC cumplen un papel secundario como herramienta de inversión o diversificación financiera. Sin embargo, en países en vías de desarrollo, donde la exclusión financiera, los salarios bajos y la dependencia de las remesas marcan la vida cotidiana, bitcoin puede convertirse en una herramienta de inclusión y empoderamiento.

La experiencia de Bitcoin Dominicana resulta especialmente ilustrativa. No se trata de una imposición legal desde el Estado, como ocurrió en El Salvador, sino de un movimiento ciudadano que responde a necesidades concretas. Para muchos dominicanos, bitcoin representa acceso, libertad y oportunidad en un sistema que, hasta ahora, les había dado la espalda.

Entradas recomendadas