El turismo dominicano es una herramienta de desestabilización económica, pero Bitcoin lo arregla

El sector turístico en la República Dominicana genera un flujo constante de divisas, pero su estructura actual presiona al peso, la moneda local, y desestabiliza la economía.

Esto es así ya que las cadenas hoteleras extranjeras dominan el mercado, venden paquetes turísticos en el exterior, reciben pagos en dólares y trasladan esas ganancias fuera del país. En tanto, los turistas llegan, gastan en el territorio, convierten sus pesos a dólares y el dinero regresa al extranjero, lo que incrementa la demanda de divisas y devalúa el peso.

Este proceso, sumado al uso de mano de obra ilegal por parte de algunas empresas, agrava el impacto: los salarios no reflejan el valor real del trabajo, los entornos locales se deterioran y los beneficios económicos se concentran en grupos reducidos, dejando a las comunidades dominicanas con poco retorno.

El turismo, pilar clave de la economía dominicana, aportó 9.287 millones de dólares en divisas en 2023, según un estudio de ASONAHORES y el Banco de Reservas. Sin embargo, la salida constante de capitales limita su efecto positivo.

El peso, bajo presión, perdió valor frente al dólar, pasando de 54,77 a más de 60 pesos por cada billete verde entre marzo de 2023 y marzo de 2024, de acuerdo con el Banco Central. Esta depreciación encarece las importaciones, afecta el poder adquisitivo y perpetúa un ciclo donde el crecimiento económico no se traduce en bienestar generalizado.

Por otro lado, las empresas extranjeras, al contratar trabajadores indocumentados, evaden regulaciones laborales, reducen costos y generan tensiones sociales, mientras los ingresos fiscales, no compensan el daño estructural.

La dependencia de divisas externas también expone al país a vulnerabilidades. Las cadenas hoteleras, al operar con modelos de pago extraterritorial, desvían el flujo financiero que podría fortalecer la moneda local. Los turistas, al gastar en pesos que luego se convierten y exportan, alimentan una dinámica de extracción más que de reinversión.

El modelo actual, aunque genera ingresos brutos significativos, no logra retener riqueza en el país. Las compras del sector hotelero se distribuyen entre comercio, servicios y agropecuaria, pero gran parte de esos fondos termina en manos de corporaciones foráneas.

La viceministra de Turismo, Jacqueline Mora, destacó en 2024 que los turistas diarios gastan seis veces más que un local, inyectando 31,4 millones de dólares al día. Sin embargo, ese consumo no se traduce en una moneda fuerte, porque el sistema favorece la fuga de capitales sobre la acumulación interna.

La depreciación del peso, aunque predecible en un contexto de economía abierta, se acelera por esta dinámica, afectando a sectores más allá del turismo.

Bitcoin como solución

Bitcoin (BTC) emerge como una alternativa para frenar esta desestabilización y retener valor en la economía dominicana. Al ser una moneda descentralizada, no depende de intermediarios ni de conversiones forzadas a dólares, lo que reduce la presión sobre el peso.

Las transacciones en bitcoin permiten a los negocios locales recibir pagos directamente de turistas, sin que el dinero salga del país en forma de divisas extranjeras. Esto corta el ciclo de extracción, fortalece la soberanía financiera y ofrece una herramienta para que las comunidades participen en los beneficios del turismo, sin la intermediación de cadenas hoteleras que priorizan sus ganancias externas.

Plataformas como BitcoinTravel.com, creada en El Salvador, facilitan este cambio. Esta herramienta permite reservar vuelos, hoteles y actividades usando solo BTC, eliminando la necesidad de conversiones a monedas tradicionales. Los usuarios acceden al sitio, seleccionan su destino, pagan en BTC y los comerciantes reciben el valor sin depender de bancos o tasas de cambio.

De manera similar, Airbtc, una iniciativa que promueve el uso de Bitcoin en el sector turístico, también contribuye a esta solución. Esta plataforma oferta propiedades vacacionales de alquiler en República Dominicana, ayudando a los propietarios a diversificar su mercado e ingresos. Este sitio enseña a los dueños cómo aceptar pagos en BTC, promoviendo un nuevo tipo de turismo que no depende de monedas extranjeras.

Esto beneficia a los pequeños empresarios, ya que pueden recibir pagos directos de turistas internacionales sin intermediarios, evitando las conversiones que devalúan el peso. Además, al fomentar un turismo más descentralizado, Airbtc permite que más comunidades locales participen en la economía turística, distribuyendo los beneficios de manera más equitativa y reduciendo la dependencia de grandes cadenas hoteleras.

En República Dominicana, adoptar estos sistemas, así como otros de su estilo, podría empoderar a pequeños negocios, reducir costos de transacción y mitigar la dependencia de dólares. Países como El Salvador han demostrado que integrar BTC fomenta un ecosistema circular, donde el dinero permanece en la economía local, algo que contrarrestaría la fuga de capitales dominicana.

Además, BTC incentiva la transparencia y dificulta el uso de mano de obra ilegal, ya que las transacciones quedan registradas en blockchain. Esto podría presionar a las empresas a formalizar empleos, mejorando las condiciones laborales.

Aunque enfrenta retos, como la volatilidad de su precio —1 BTC equivale a 5,2 millones de pesos en este momento—, su adopción estratégica, con plataformas como BitcoinTravel, ofrece un camino para que el turismo dominicano deje de ser un drenaje económico y se convierta en un motor de desarrollo sostenible.